
En estos días (junio 2002) ha comenzado a desmontarse la maquinaria de la fábrica de harinas que fue inaugurada en 1922; en su lugar será construida una residencia de ancianos.

La fábrica fue promovida por Mariano Jiménez Ortes, natural de Albares y padre del conocido médico D. Carlos Jiménez Díaz. La dirección técnica de la construcción de la fábrica correspondió al también hijo de D. Mariano Jiménez, D. Eusebio Jiménez Díaz, ingeniero que también contribuyó a la construcción del edificio de Telefónica en plena Gran Vía de Madrid. La fábrica ha mantenido su plena actividad hasta hace algunos años. Durante su vida la fábrica ha tenido diversos propietarios, en los últimos años la familia propietaria ha sido la conocida con el nombre de “Los Lechuguinos”, naturales de Mondejar.
La actividad productiva ha representado una fuente importante de recursos para Albares. Los vecinos disponían de puestos de trabajo y el Servicio Nacional de Cereales, en su día SENPA, decidió construir un silo en Albares por existir en él la fábrica de harinas.
LA MAQUINARIA

Gran parte de la maquinaria es de madera. Desde el sótano del edificio y a través de un eje central se transmitía con poleas la fuerza suficiente para todo el proceso de transformación de los cereales en harinas y derivados.

En el primer piso, cinco molinos trituraban el cereal para pasar a los procesos de cribado y así obtener también los distintos subproductos como salvado, etc.


Finalmente, a través de tubos, el producto final llegaba a una zona llamada “Silo” de madera para proceder al envasado que generalmente era realizado en sacos para su posterior transporte por carretera.