Albares: Un Museo Etnográfico al Aire Libre

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  • Última modificación de la entrada:21/11/2024
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En el corazón de Albares, las chozas de pastores y sus corrales se presentan como testigos silenciosos de una historia rica y profundamente conectada con el medio ambiente. Estas construcciones rurales son más que simples estructuras; representan un equilibrio sostenible entre la naturaleza y las comunidades que vivieron y trabajaron en estas tierras. Albares se convierte así en un verdadero museo etnográfico al aire libre, con una densidad de aproximadamente 2 localizaciones de interés etnográfico por kilómetro cuadrado, sumando un total de 58 ubicaciones emblemáticas.


Ejemplo de Equilibrio con el Medio Ambiente

Las chozas de Albares son un reflejo de la maestría constructiva basada en materiales locales y sostenibles:

  • Materiales utilizados:
    • Piedra caliza y pedernal, un recurso abundante en la zona.
    • Argamasa de yeso y ceniza, una técnica tradicional para unir los materiales y dar estabilidad a las estructuras.
  • Características arquitectónicas:
    • Las chozas se construían con una base gruesa y proporciones aproximadas de 1:1,5 en relación a la altura de la base, lo que garantizaba estabilidad y resistencia estructural. Sus cúpulas, que partían desde la base, incluían un orificio superior que servía como chimenea para ventilar y evacuar el humo.
    • Los corrales, por su parte, estaban hechos de pedernal y no usaban argamasa, demostrando la habilidad para trabajar en seco.

Estas estructuras no solo ofrecían refugio, sino que estaban integradas en un ciclo de sostenibilidad:

  • Alimentación del ganado: Los pastos cercanos servían de alimento natural para los animales.
  • Fertilizantes naturales: Los desechos del ganado se transformaban en abono orgánico, enriqueciendo el suelo para futuras cosechas.

Ejemplo de Relaciones Humanas

La vida en Albares ejemplifica una colaboración armoniosa entre agricultores y ganaderos, una relación de beneficio mutuo que podría describirse como «win-win». Los agricultores ofrecían sus pastos y campos para el pastoreo del ganado, mientras que los ganaderos, a cambio, aportaban abono.

Además, esta simbiosis iba más allá del simple intercambio económico; era una forma de vida que fortalecía las relaciones humanas y aseguraba la sostenibilidad del territorio.


Ejemplo de la Alimentación

La dieta de las comunidades rurales de Albares se basaba en la autosuficiencia y en aprovechar los recursos locales. Este sistema se sustentaba en dos pilares: el ganado y la agricultura.

  • Ganado:
    • Las ovejas, cabras y otros animales proporcionaban leche, carne y derivados como queso.
    • Las familias solían añadir sus cabras al ganado del pastor para garantizar el acceso a leche fresca.
  • Agricultura:
    • La tierra producía cereales, esenciales para la elaboración de pan.
    • También se cultivaban legumbres como garbanzos, y se producían aceites que complementaban la dieta.

Estos recursos no solo cubrían las necesidades básicas, sino que también servían para generar excedentes que podían comercializarse.


Ejemplo de la Economía

La economía local giraba en torno al principio del autoconsumo, pero con un sistema de aprovechamiento de excedentes:

  • Producción agrícola: Una vez satisfecha la demanda interna, los granos se vendían (ej.: fábrica de harinas)
  • Producción ganadera: Los animales excedentes se destinaban a carnicerías, mientras que la leche se utilizaba para elaborar productos como quesos, incrementando así su valor comercial.

Este modelo económico muestra cómo las comunidades rurales lograban sostenerse mientras fomentaban un sistema de comercio basado en la cooperación y la sostenibilidad.


Un Museo Vivo: Las Chozas Emblemáticas

Entre las localizaciones más destacadas que convierten a Albares en un museo etnográfico al aire libre, se encuentran algunas chozas icónicas:

  • Pertolino: Conocida por sus corrales cuadrados y casi intactos, un testimonio de la resistencia del diseño tradicional.
  • Ciaceros: Ubicada en la Senda del Corral Blanco, destaca por su base sólida y su cúpula aún en pie.
  • Atocharejos: Con corrales redondos y trazados peculiares, únicos en la región.
  • Valdecasa: Una choza casi completa que se erige como una isla en una tierra de labor.
  • Colás: Una construcción sólida, completamente preservada, que era utilizada para albergar ganado.
  • El Alto de la Varguilla: Una choza completamente conservada, con una base sólida y una cúpula en perfecto estado. Es un ejemplo destacado de cómo la arquitectura tradicional sigue resistiendo el paso del tiempo.
  • Cañada del Pajar: Este paraje alberga dos chozas en excelente estado de conservación. Ambas mantienen sus estructuras completas, incluidas sus bases y cúpulas, además de los corrales que las rodean, lo que las convierte en ejemplos sobresalientes del patrimonio pastoril de Albares.

Conclusión

Albares es mucho más que un pueblo rural; es un ejemplo vivo de cómo las comunidades del pasado supieron convivir con el entorno, construyendo estructuras funcionales y sostenibles que aún hoy inspiran. Estas chozas, con su ingenioso diseño y su integración con el medio ambiente, son verdaderos monumentos de una cultura que sabía aprovechar al máximo los recursos locales.

Visitar Albares es sumergirse en un viaje por el tiempo, donde cada choza y cada corral narran historias de trabajo, cooperación y equilibrio con la naturaleza. Sin duda, un museo etnográfico al aire libre que merece ser conocido y preservado.

Imponente choza en «El Alto de la Varguilla»