En la mañana de hoy en Albares, la Procesión del Encuentro no pudo celebrarse en las calles como de costumbre debido a las circunstancias excepcionales. Sin embargo, los fieles se unieron en una simulación cuidadosamente planificada dentro de la iglesia local. El Cristo Resucitado y la Virgen del Rosario se encontraron en un abrazo espiritual, y aunque no caminaron por las calles empedradas, sus almas recorrieron un camino de devoción y amor. Esta prueba de fe nos enseña que la verdadera procesión ocurre en el alma, donde la esperanza y la luz siempre prevalecen.
