Fiestas

El 2 de junio por la tarde, Albares celebró su tradicional procesión del Corpus Christi, un evento que une a la comunidad en una manifestación de fe. La preparación incluyó la decoración de altares con flores y adornos. La procesión, encabezada por el párroco y seguida por los fieles, recorrió las principales calles del pueblo, amenizada por la banda de Mondéjar. Los niños de Primera Comunión lanzaron pétalos de flores, añadiendo color y alegría. Las autoridades locales tuvieron el honor de sujetar el palio, añadiendo un toque de solemnidad al evento.

La jornada, marcada por la espiritualidad y la unidad comunitaria, culminó en la iglesia. Al terminar la procesión, todos los vecinos fueron a buscar a San Antonio a su ermita para dar comienzo a las fiestas de Albares.

Una tradición que perdura

La procesión del Corpus Christi es una manifestación pública de fe que celebra la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Instituida en el siglo XIII, esta festividad honra el Santísimo Sacramento con una procesión donde el sacerdote lleva la Eucaristía en una custodia, bajo un palio sujetado por autoridades o fieles, acompañado por fieles que cantan y rezan. Esta celebración destaca por su significado teológico, manifestando públicamente la fe y pidiendo la bendición divina. Además de su dimensión religiosa, la procesión fortalece la unidad comunitaria y tiene un importante valor cultural y social en muchas comunidades.

En la tarde de hoy, domingo 2 de junio, los vecinos de Albares hemos vivido el momento más esperado del año. Con gran alegría y devoción, hemos acudido a la ermita para acompañar a San Antonio en su tradicional traslado hasta la iglesia parroquial. El trayecto ha sido amenizado por la Banda de Música de Mondéjar, marcando así el comienzo oficial de nuestras queridas fiestas en Albares.

Vídeo de la procesión

En la fresca mañana de hoy, dentro del marco de las festividades de San Antonio, Albares se ha convertido en el escenario de una competencia que pone a prueba la destreza y la tradición: el Concurso de Arada. Este evento, que celebra las raíces agrícolas de nuestra región, ha reunido a expertos aradores en una muestra de habilidad y precisión.

Con el sol ascendiendo en el horizonte, los participantes tomaron sus arados y, con la mirada fija en la tierra, comenzaron su labor. El surco tras surco, la competencia fue un recordatorio de la importancia de la agricultura y cómo, incluso en la era moderna, las técnicas tradicionales siguen teniendo un lugar en el campo.

Después de una deliberación cuidadosa, en la que se ponderó la profundidad y la rectitud, los ganadores fueron:

• Primer Premio: José Julián Fernández.
• Segundo Premio: Mariano Hurtado.
• Tercer Premio: José Antonio de la Encina.

Primer premio

Segundo premio

Tercer premio

Felicitamos a los ganadores y a todos los participantes por mantener viva la tradición de la arada. Este concurso no solo es una competencia, sino también una celebración de nuestra herencia cultural y un homenaje a aquellos que trabajan la tierra.

¡Hasta el próximo año, que la tierra sea fértil y los surcos rectos!